Abraham García cierra Viridiana (ahora que le acaban de dar el Premio Nacional de Gastronomía)
Abraham García, nacido en Robledillo, Toledo, en 1950, ha anunciado recientemente el cierre de su icónico restaurante Viridiana, después de más de cuatro décadas de exitosa carrera. En una entrevista con la cadena Ser, declaró su intención de cerrar antes de su cumpleaños el 24 de abril.
Hace apenas un mes, García celebraba su Premio Nacional de Gastronomía Toda una Vida de una manera muy personal en su cuenta de Instagram, destacando la importancia de las amistades cultivadas a lo largo de cuarenta años de animadas sobremesas. Curiosamente, no hizo mención explícita al prestigioso galardón, manteniendo siempre a su clientela en primer plano.
La carrera del chef, que abrió las puertas de Viridiana en 1978 en la calle Fundadores, ha sido excepcional, y su restaurante se ha destacado por ser pionero en la cocina fusión en España. Aunque obtuvo una estrella Michelin en los años 90, la pérdida de la misma no afectó significativamente a su comedor, que ha sido testigo de numerosos hitos en la alta gastronomía madrileña.
Reducir la trayectoria de Abraham García a sus reconocimientos sería perder de vista la esencia de su legado. Lo que sucede en Viridiana una vez que uno se sienta va más allá de los premios. El ambiente está impregnado de referencias a las películas de Luis Buñuel, creando una experiencia única para los comensales.
Viridiana siempre ha sido sinónimo de festín, ofreciendo platos como los opulentos huevos en sartén con ‘mousse’ de setas y abundante trufa rallada. La cocina del restaurante ha destacado por sus sabrosos gazpachos, platos maestros de caza y casquería, y fusiones creativas que incluyen influencias mexicanas mezcladas con sabores ibéricos.
Abraham García ha sido un verdadero explorador culinario, introduciendo a sus comensales en placeres gastronómicos inusuales, desde el tuétano hasta los arenques del Báltico. Además, en Viridiana, la experiencia no se limita solo a la comida; el maridaje se extiende a las conversaciones eruditas del chef sobre temas que van desde toros y caballos hasta literatura y flamenco.
En los últimos años, García ha conectado con las nuevas generaciones a través de su hija Julia, compartiendo imágenes suculentas y rotundos aforismos en una cuenta de Instagram. Además, su figura ha sido elogiada por chefs contemporáneos como Dabiz Muñoz, quien lo ha calificado como «el mejor cocinero del mundo».
A pesar del anuncio del cierre, Viridiana vive uno de sus mejores momentos, con un servicio en sala que está a la altura de su reputación legendaria. Los comensales tienen la oportunidad de disfrutar de los clásicos del menú a la carta o aventurarse con el menú «Abraham», que ofrece ocho pases con maridaje a un precio atractivo de 100 euros. Lo esencial es disfrutar de una última experiencia en este peculiar bistró y dejarse seducir por los platos y la elocuencia de un personaje irrepetible. Un adiós que merece quitarse el sombrero.